La Condesa Sangrienta

Una vez más. tratamos de sorprenderos y de superarnos (o eso esperamos...) con una nueva actualización... Esta historia sacada del poema en prosa de Alejandra Pizarnik ''la Condesa Sangrienta'' (obra la cual recomiendo), basada en un hecho real allá por el 1560, es una versión un tanto libre de la vida de Elisabeth Báthory... Desde las esencias esperamos que os motive a seguir siguiendonos... Como siempre para vuestro entretenimiento... Las Tres Esencias

Miro mi yo en el espejo y me devuelve gestos obscenos y me señala los peores matices de mi cuerpo, me enseña como mis carnes antes prietas y la delicia de los hombres, ahora recuelgan con unas tiras de piel que perdió su tersura y su vida.


Y presa del miedo, de la desesperanza, de la vejez fui tras el elixir de la juventud, buscando viejas leyendas envuelta en oscuridad y de las peores compañías en los más oscuros tugurios, pues de esta empresa nadie habría de saber, pues todavía mis vestidos y cosméticos me devolvían a mi adorada juventud.


En algún momento en mis viajes, en las noches oscuras en la carreta siguiendo el consejo de un ciego busqué a la que llamaban hechicera, la diosa del tiempo, para que así retornara la belleza de mis dieciséis a mí.


“Dinero he de pagar por vuestros servicios, pero antes tendrás que escuchar mi reclamo, pues lo que ante mi destino me depara huyo, pues quiero que el tiempo ante mí no pase, oh grandísima hechicera, dadme mi solución pues ni los cosméticos ni los vestidos hacen efecto en estas flácidas carnes”


Con un susurro rasgado como la voz salida del fondo de una caja de madera, raspando me contestó, escueta, pero muy claro llegó el mensaje.


“Sí la belleza has de recuperar con doncellas has de bañarte, de su sangre has de beber y su juventud en ti volverá a florecer, no olvidéis lo que a mí me ha de pertenecer, pues con el dinero que me dé, yo he de disponer” y tras una larga pausa añadió “en su sangre tendrás que bañarte, pues no sólo su vitae habrás de beber…”


Radiante de felicidad y con crueldad grabada en su rostro subió al carromato y dando orden de al galope llegaron a su presuntuosa mansión.


El mundo a su alrededor comenzó a cambiar, las jóvenes siempre acompañadas, pues se contaba de desapariciones de las vírgenes de la región…


Maldiciendo el espejo que se burlaba de su teñido gesto, la realidad no cambió y volvió cargada de ira hasta la bruja. “maldita esto no está funcionando, sigo igual que mes atrás”


-"Necesita de sangre azul la herencia", tras lo que no dudó en aplicar.


El misterio llegó tras el descuido de una de las cacerías, pues una de las doncellas consiguió sobrevivir tras la purga de su vida, y arrastrándose hasta su hogar contó toda la verdad.


El final le llegó tras la muchedumbre y el sonido de 600 familias llorando a sus hijas retumbaba en todo el reino y por su condición de Condesa no pudieron darle muerte, pero el juez le privó de la luz y condenándola a presidio en su castillo la luz no volvió a ver.


Tres años duró su castigo, pues en la oscuridad bajo su cama murió encogida y en su alcoba todo lleno de por qué… escrito en sangre, grabados sobre las más nobles maderas…

-Me envenena el hechizo del tiempo,
se me clavan sus agujas en la piel,
y mi juventud, se la lleva el viento..
hechicera! Dime qué debo hacer!!

-Con sangre de vírgenes te has de bañar,
a modo de ungüento contra la vejez
notarás la fresca juventud en tu tez
a medida que lo empieces a aplicar-

Tus consejos seguí sin piedad
mas no conseguí parar las marcas de la edad
¿estaré haciendo algo mal?
¿o acaso crees de mi poderte burlar?

Castigada su incompetencia,
a otra preguntó por tal hechizo
-Necesita de sangre azul la herencia,
tal cual aplicó en el anterior rito que hizo-

Muertas más de seiscientas vírgenes,
Dieron-la caza para juzgarla
Sabidos por todos, de loca eran sus genes,
Y por condesa a muerte no pudieron condenarla…

Tapiaron-la sola en su castillo,
a merced del tiempo que tanto temía…
Tres años duró en su umbría
sin comprender el por qué de su castigo

Pues como mujer era su derecho
el conservar su juventud hasta el lecho
sin importar cual sea el precio…