

No sé si lo que me ocurre es producto de una comida en mal estado, o un pesar que va más allá de todo entendimiento y me presiona la boca del estómago. Me estrangula un vacio, un dolor que no ha llegado pero que está por sufrirse.
Sé que de esto habría de no sufrirlo, pues este dolor, sufrido, es egoísta, que sólo miro por mi alegría, que se escapa tras la puerta de un futuro en el cual ahora no encajo.
Saberlo no me hizo fuerte, me hizo temerlo, me hizo evitarlo, me hizo… mezquino en mi forma de amarte, y sinceramente, creo que todos esos fantasmas, atacan mi cuerpo con convulsiones sobre la taza de un baño que tantos desahogos me ofreció, un placer que propagué al viento, y que se llevó la fragancia hasta narices menos agradecidas que mi estómago.
De verdad no me comprendo, o lo entiendo demasiado bien… Vacaciones, ya programadas, para mitigar tu ausencia…
No consigo comprenderlo, es… ¿qué decirle a tu pareja cuando vuela miles de kilómetros para encontrar su futuro? ¿Te quedas aparte? ¿Lo sigues? ¿Lo esperas? ¿desperas? ¿Sufres hoy lo de mañana, o ignoras hoy y sufres mañana? Y aún quedan cientos de preguntas que me hago y que no soy capaz de expresarlas todas a la vez…
Y hoy no sabría decir si sería nuestro último día, nuestra última oportunidad para besarnos, para amarnos sin distancias, querernos dentro y poder cumplirlo, y yo postrado entre mis rodillas y contemplando las pocas migas que conseguí comer en estos dos días.
Hoy no entenderás qué, cuánto, cómo, me supera esto pues lucho entre mis ganas de correr a abrazarte y no querer soltarte ya, y entre dejarte partir sin que mires atrás para hacerlo todo más fácil.
Un mundo por delante, medio mar entre nosotros… y no soy capaz de asimilarlo… todo puede ser sencillo… eso me gustaría saber, eso quisiera poder darte, facilidad en tu nuevo camino tú sola.
Quiero enviarte fuerza para que no te sientas sola, que seas capaz de abrirte a un nuevo país, a una nueva cultura, sin complejos sin historias, que vayas a mejor, que seas todo lo que hizo que me enamorase de ti, que seas la persona que echaré de menos en mis noches comiéndome las paredes, el techo, las uñas… quiero que el mundo sepa quién eres, lo mucho que puedes ofrecernos… pero sobre todo no quiero que te enamores…
Lo siento, pero te echaré de menos.
Cuando Las puertas de un avión, son las últimas que ves, atrás quedarán sombras y dolor

con esa imagen de un sueño grabada,
donde te ibas lejos y no te alcanzaba…
Apoderándose de mí el dolor y la sin razón
Convirtiendo una pesadilla en realidad,
perturbando mi equilibrio, mi ataraxia
La sonrisa de mi cara hoy es mera falacia,
y solo las paredes que me encierran
pueden hablaros con sinceridad…
La tristeza me entierra
pues atrás quedó el último beso
El último abrazo, ya lo he olvidado
Y me siento preso..
Preso de tu amor,
preso de lo que ya he olvidado
preso del dolor que me has dejado
preso de cuatro paredes caídas
que encierran a un corazón
al que nunca le sanará su herida…
